Un estudio de la Universidad de Portsmouth dibuja el futuro de la reutilización de envases

Un estudio de la Universidad de Portsmouth muestra cómo avanzar en la transición de los envases de un solo uso a los formatos reutilizables, con un potencial para reducir un 30% la contaminación por plásticos de aquí a 2040.

La investigación, «Hacer realidad la reutilización: un enfoque de sistemas para abordar la contaminación por plásticos de un solo uso»  publicada por el Global Plastics Policy Centre de la Universidad de Portsmouth (Reino Unido) por encargo del movimiento Break Free From Plastic, consolida 320 artículos y documentos, además de 55 nuevas entrevistas con expertos en reutilización de todo el mundo, para sugerir una definición universal de los sistemas de reutilización y, por primera vez, evaluar cómo todas las naciones pueden alejarse de los envases de usar y tirar.

El informe proporciona un análisis exhaustivo de las estrategias de reutilización, basándose en una amplia gama de perspectivas y experiencias globales.

Principales conclusiones:

  • Es necesario un planteamiento gradual para conseguir un cambio en toda la economía de los envases de un solo uso a los reutilizables. Muchos sistemas de reutilización ya están desarrollados, probados y son escalables. Un elemento fundamental de los verdaderos sistemas de reutilización es el préstamo de envases a los consumidores, que se devuelven varias veces hasta alcanzar un «punto de equilibrio» sostenible.
  • El próximo tratado mundial sobre el plástico, que se está elaborando en París, se considera una gran oportunidad para que los responsables políticos apoyen la ampliación de los sistemas de reutilización, limiten la producción de plástico virgen, establezcan normas e impulsen las infraestructuras. Según los expertos en reutilización entrevistados, los objetivos de reducción de plástico virgen llevan 25 años de retraso con respecto a los objetivos de emisiones de carbono.
  • Los envases de la próxima generación deben ser en su mayoría estandarizados, apilables y etiquetados electrónicamente. Deben ser duraderos, ligeros, lavables y no tóxicos, pero no hay un material que se adapte mejor a todas las situaciones.
  • El camino hacia la adopción masiva de los sistemas de reutilización debería desarrollarse en cuatro fases, según los autores, empezando por los grandes recintos como estadios deportivos y festivales de música, que tienen un gran potencial para lograr la aceptación del público, un reto señalado por tres cuartas partes (74%) de los expertos en reutilización entrevistados.
  • Las empresas de reparto desempeñarán un papel fundamental en la economía de la devolución y la reutilización, al recoger los envases usados mientras realizan las entregas.
  • El estudio prevé un mundo en el que todos los envases lleven un chip o etiqueta y puedan depositarse en contenedores inteligentes, limpiarse y agruparse en «hubs» centralizados antes de ser devueltos a fábricas y minoristas.
  • Los sistemas de reutilización variarán según el sector, pero los investigadores creen que la transición se producirá probablemente primero en las ciudades, donde la infraestructura es más adaptable. El cambio generalizado llevará tiempo, admiten los investigadores, pero los entornos cerrados como escuelas, hospitales, eventos y áreas de restauración son relativamente fáciles de cambiar a envases de residuo cero, al igual que el sector de las bebidas, donde algunas marcas de reutilización ya alcanzan altos índices de retorno.
  • Más difícil será el sector de la comida rápida, donde los envases suelen acabar desperdigados. Los «envases de alquiler» podrían ayudar, ya que los clientes hacen sus pedidos a través de aplicaciones y se les cobra una pequeña cantidad si no devuelven el envase.
  • A la mayoría (82%) de los expertos entrevistados les preocupan los costes más elevados y el cambio de infraestructura de los envases reutilizables, mientras que a muchos también les inquieta la higiene y la pérdida de identidad de marca. Los partidarios de la reutilización entrevistados critican duramente a los gobiernos por su falta de visión y por invertir demasiado en reciclaje e incineración, que a menudo son obstáculos para la reutilización.

FUENTE: RESIDUOS PROFESIONAL