La Economía Circular frente a los retos del Siglo XXI

La Economía Circular tiene como uno de sus pilares básicos la optimización en el uso de los recursos naturales disponibles, teniendo en cuenta que actualmente consumimos en un año lo que el planeta produce en dos y medio, hay un claro desequilibrio entre lo que nuestra actual forma de vida exige y lo que los ecosistemas pueden aportarnos sin agotarse en el medio y largo plazo.

Por fortuna, existen ciudadanos y empresas que conscientes de la realidad insostenible que habitan proponen nuevos modelos de producción y consumo más realistas con las capacidades limitadas del planeta.

Estas soluciones no serán únicas ni inmutables, sino que surgirán progresivamente fruto de la inversión en investigación y desarrollo de aquellos dispuestos a arriesgarse a imaginar las sociedades futuras.

Sectores como la agricultura y la ganadería sufrirán una trasformación comparable a la surgida durante la revolución industrial, esta vez de la mano de la llamada industria 4.0 produciendo alimentos para una población mundial en crecimiento de un modo más sostenible con la tierra y optimizando las redes logísticas para reducir el desperdicio de alimentos.

El abandono del uso de los combustibles fósiles, quedando relegados a algunos vehículos industriales pesados, y la instauración del vehículo eléctrico con sistemas de pago por uso y carsharing, reducirán las emisiones de CO2 y otros gases dañinos para la salud de las personas.

Otros sectores muy demandantes de recursos como son el cemento, acero, plástico y aluminio, podrían reducir mediante la aplicación de estrategias de economía circular hasta un 40% sus emisiones de gases de efecto invernadero hasta el 2050.